Acababa de recibir una triste noticia y decidí que un paseo sería bastante terapéutico ,sobretodo ,si lo hacia por las cercanías de aquel arroyuelo, en cuyas aguas , se podía reflejar hasta el más delicado detalle de mi figura, al asomarme a él, le rodeaban un vergel de flores de todos los colores y olores quedando atrapada siempre allí ,por eso, decidí que era mi lugar secreto, el único lugar donde lograba tranquilizarme pese a las dificultades.
Tan mimetizada en aquel bucólico paisaje estaba que me cegué y fuí a caer en un sucio campo de barros y lodos.Di con mis huesos de bruces en el suelo y hundí mi rostro en aquel sucio y maloliente mazacote que se formaba debajo de mi cuerpo, Con gran trabajo , me arrodillé, y empecé a lavar mi cara , entonces fué cuando vi su reflejo en el agua.
En un principio, me asusté tanto que retrocedí y volví a caer sobre aquella ciénaga, sin poder apartar mis ojos de los suyos, al verme tan desolada y débil , me tendió sus manos para levantarme. Solo podíamos mirarnos fijamente , entonces , me cogió entre sus brazos y me apretó contra su pecho, mientras, me susurraba las palabras más hermosas que jamas pude escuchar, su olor era especial ,tanto que consiguió marearme en aquel mar de aromas y perderme entre sus manos, alejándome de la tristeza. Me pareció flotar entre las nubes, mientras, su cabellos lisos y negros se enredaban en mis manos, entre mis dedos, sus almendrados ojos castaños , se clavaban en mi con gran complicidad y sus carnosos labios me besaban las mejillas reiteradamente, hasta llegar a fundirse con mis labios.
Me sentí llena y cerré mis ojos, para interiorizar estos sentimientos desconocidos,hasta ahora, que me transportaban a mundos etéreos en un mar de serenidad y belleza.
De repente, un escalofrío recorrió mi cuerpo, de un extremo a otro, como si volcasen sobre el agua helada que sembró de inquietud mi corazón, ante tanto desasosiego abrí mis ojos y entonces sentí la soledad,el vacio......ya no estaba allí, le busque con todos mis sentidos pero solo encontré su ausencia, frialdad.
Solo quedaba un recuerdo de alguien de gran tamaño, enormes manos y pies pero un cálido y dulce corazón ,también inmenso que sentí muy dentro de mi, que me curó.............pero ahora no había nada.
Pensé que todo había sido una experiencia onírica,fruto de mi cegada imaginación, de rabia al ver que no le encontraba, caí sobre mis rodillas y entre ríos de lagrimas , cerré mi puño y golpee con toda mi fuerza, sobre aquella oscura materia, con el fin de hallar respuesta a mis preguntas.
Aquel lugar que me pareciera un vergel, ahora era lúgubre, me marche de allí con pasos dubitativos y pesados pero sin mira atrás, no obstante, volví a aquel pedregal todos lo días, hiciera una jornada de sol, lluvia , viento o nevase con mi mochila llena de añoranzas y desesperanzas.
..........Un día , cuando mi visita al riachuelo se había hecho ya casi una rutina, vi un trozo de tela diminuto pero delicado, me agache con cuidado y lo cogí, no era el pero estaba su aroma,no me había olvidado, busque por todos los rincones, pero esta vez con alegría y animo, sin resultado, pero ...... enseguida supe que volvería , que me regalaba algo muy suyo como señal de que estaba presente en sus pensamientos, y en su vida, aunque no estaba allí, lo intuía, me lo imaginaba pensando en mi, o escondido entre los zarzales ..........espiándome.
Aprendí a esperar , a sentir, a vivir las pequeñas cosas y los momentos inocuos, todos son importantes y estaba segura que al final de ese camino de aprendizaje, o en medio de el , me volvería a encontrar con aquel ser entrañable que me enseñó a amar, y que entonces nunca se iría ......pero mis miedos , mis inquietudes mundanas no murieron mis pasos fueron mas firmes, y el camino menos empedrado porque sabia que tu , en cualquier momento , volverías para fusionarte conmigo y volaríamos juntos siempre juntos pero sin ataduras.
Entonces me di cuenta de lo dichosa que era , sentí felicidad y a lo lejos.................apareciste, vi claro porque no te habías quedado y ahora retornabas, que necios los hombres que creen saberlo todo, que creen poderlo poseer todo, o merecerlo todo, esos seres perfectos y orgullosos llenos de defectos que no ven màs allá de su nariz se pasan la vida tropezando y golpeándose con todo obstáculo ,por pequeño que sea, en vez de valorar lo pequeño y sencillo como la naturaleza y el poder respirar en ella.
Porque siempre somos así si se nos enseñan otras cosas---------------------------------------------------
De repente, un escalofrío recorrió mi cuerpo, de un extremo a otro, como si volcasen sobre el agua helada que sembró de inquietud mi corazón, ante tanto desasosiego abrí mis ojos y entonces sentí la soledad,el vacio......ya no estaba allí, le busque con todos mis sentidos pero solo encontré su ausencia, frialdad.
Solo quedaba un recuerdo de alguien de gran tamaño, enormes manos y pies pero un cálido y dulce corazón ,también inmenso que sentí muy dentro de mi, que me curó.............pero ahora no había nada.
Pensé que todo había sido una experiencia onírica,fruto de mi cegada imaginación, de rabia al ver que no le encontraba, caí sobre mis rodillas y entre ríos de lagrimas , cerré mi puño y golpee con toda mi fuerza, sobre aquella oscura materia, con el fin de hallar respuesta a mis preguntas.
Aquel lugar que me pareciera un vergel, ahora era lúgubre, me marche de allí con pasos dubitativos y pesados pero sin mira atrás, no obstante, volví a aquel pedregal todos lo días, hiciera una jornada de sol, lluvia , viento o nevase con mi mochila llena de añoranzas y desesperanzas.
..........Un día , cuando mi visita al riachuelo se había hecho ya casi una rutina, vi un trozo de tela diminuto pero delicado, me agache con cuidado y lo cogí, no era el pero estaba su aroma,no me había olvidado, busque por todos los rincones, pero esta vez con alegría y animo, sin resultado, pero ...... enseguida supe que volvería , que me regalaba algo muy suyo como señal de que estaba presente en sus pensamientos, y en su vida, aunque no estaba allí, lo intuía, me lo imaginaba pensando en mi, o escondido entre los zarzales ..........espiándome.
Aprendí a esperar , a sentir, a vivir las pequeñas cosas y los momentos inocuos, todos son importantes y estaba segura que al final de ese camino de aprendizaje, o en medio de el , me volvería a encontrar con aquel ser entrañable que me enseñó a amar, y que entonces nunca se iría ......pero mis miedos , mis inquietudes mundanas no murieron mis pasos fueron mas firmes, y el camino menos empedrado porque sabia que tu , en cualquier momento , volverías para fusionarte conmigo y volaríamos juntos siempre juntos pero sin ataduras.
Entonces me di cuenta de lo dichosa que era , sentí felicidad y a lo lejos.................apareciste, vi claro porque no te habías quedado y ahora retornabas, que necios los hombres que creen saberlo todo, que creen poderlo poseer todo, o merecerlo todo, esos seres perfectos y orgullosos llenos de defectos que no ven màs allá de su nariz se pasan la vida tropezando y golpeándose con todo obstáculo ,por pequeño que sea, en vez de valorar lo pequeño y sencillo como la naturaleza y el poder respirar en ella.
Porque siempre somos así si se nos enseñan otras cosas---------------------------------------------------
Mª Ángeles Morales Vega