Miro con los ojos del corazón,
busco las huellas de tus pisadas
arrastradas por los fuertes vientos
a lugares tan remotos,
casi no percibo tu presencia
más sé que estás muy cerca.
Regresar lleno de gran humildad
con una mochila ligera de equipaje,
soltando los lastres de los prejuicios
aligerando nuestros pasos,
y poder encontrarnos otra vez
en algún lugar del futuro
….o del presente.
Retornar a la senda elegida
cegando las malas hierbas,
que moran solo en nuestra mente
sembrados por manos ajenas
sembradas por nuestros manos,
borrando lo inútil .
Podremos recitar este bello poema
al unísono, con diferentes voces
disfrutando de las sencillas rimas
que nos susurraran al oído,
que los lazos invisibles están vivos
y nos vuelven a aproximar.
Mª ÁNGELES MORALES VEGA