domingo, 20 de marzo de 2016

DIARIO DE UN CAMINO







  

Caminando entre tinieblas
en un sendero, tortuoso y estrecho
guiado por todos mis sentidos,
uno tras otro fui tropezando
con múltiples obstáculos y trampas,
que lastraban mis avances.
Dejé la búsqueda entre sombras
de objetivos idealizados y quiméricos,
carreteras a ningún lugar
vagando por todos los rincones,
sin fijar destinos concretos
lleno de vacios y ausencias.
Barco en medio de tormentas
con el timon, bronco y perdido
acomodado a las mareas,
de repente ,se hace la calma
y la nave encontró su rumbo
arribando a acertados puertos.
Pasando de pensamientos estrictos,
inamovibles e insanos
morando en mi mente, abstractos,
con raíces profundamente poderosas
aprisionando mi corazón
y paralizando mis actos.
Drenan en un presente, de aprendizaje,
donde confluyen todas las enseñanzas
naciendo una mente flexible,
con diversidad en las emociones
y en la formas de expresarlas,
no se asemeja a un mar sin olas
ni un camino sin baches,
pero allana los caminos,
a fluir por cielos y aguas.
Saber pedir disculpas
encontrar cariño en la nada
y entregarlo sin esfuerzo,
dando hasta las entrañas
sin requisito alguno,
más como todo hombre,
comenzar a apreciarlo
cuando se te escapa entre las manos.
El puente volverá a conectar
las sendas que se separaron
haciendo más sólida la carretera,
se extinguirán los brotes de orgullo
y brotaran semillas nuevas,
conjugándose en sencillos verbos
amar sin esperar, sin pedir
…perdonar,
caminando juntos
sin invasiones
compartiendo los sueños
Mª Ángeles Morales Vega

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