Un manto plomizo cubría el cielo, mientras caminaba, el lagrimeo empapaban mi piel, una ligera brisa despeinaba mis cabellos. El sol estaba totalmente tapado, por las garras de los gigantes nubarrones.
Avanzaba en una marea bulliciosa, llena de prisas sin
contenido, pero sentía mi individualidad extendiéndose por los rincones, libres
de miradas indiscretas, de contratiempos, `plena de espiritualidad, profundidad
en las emociones, al lado de tanta superficialidad, en la orilla contraria por
la que transcurre el mundo, movido por las inercias.
Buscaba tus ojos, con nerviosismo, con ganas de llenarme de
ti y de tu cuerpo, A empujones me abría camino, por un mar de personas
robotizadas realizando sus rutinas, tenía tu figura grabada a fuego en mi
retina, tan difícil de olvidar.
Me llené de desasosiego al no reparar en tu presencia, había
tanta gente, tantos obstáculos que salvar y que tanto nos alejaban.
Más sentí despertar mis emociones de repente, despertaban
del sueño que me envolvía, fuertes, presentía que estabas cerca de mí. Me guie
por mis sentidos, busqué tu aroma en el ambiente, en todas las esquinas, en los
recovecos.
De pronto, a lo lejos sentí tu calor, tu aroma, tu
cuerpo…..tus ojos se clavaron en los míos sin poder separase ni por un instante, piel con piel,
entrelazados.
Mi corazón cabalgaba
de excitación, a pesar de haber esperado tanto, todo era pasado, me fijaba en
esta nueva y dulce realidad. No había palabras, ni raciocinio, solo pasión sellada
por un beso infinito, caricias de miel, con la que sellamos nuestro encuentro y
una unión firme de nuestras vidas…….alrededor como un enjambre de abejas , como
marionetas , los seres humanos iban y venían dejándose llevar por las
preocupaciones más dispares, y estúpidas.
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